Taylor Swift deslumbró a sus fans de Orlando (Florida) en el concierto que ofreció este fin de semana en la ciudad, en el Amway Center. La artista, que ya ha vendido más de 20 millones de discos, dio una lección de genialidad en el escenario con una gran performance, que dejó boquiabiertos tanto a sus fans como a la crítica.
Los cambios de vestuario de la artista se unieron con su voz y poder instrumental, como ha resaltado la prensa local. Taylor Swift apareció en escena luciendo un corto vestido negro de lentejuelas con una guitarra de incrustaciones de brillantes, más tarde con un vestido rojo hasta la rodilla que dio paso a uno amarillo.
La performance del concierto comenzó a tomar forma de cuento de hadas cuando Taylor Swift lució un escotado vestido azul mientras tocaba sus canciones a la ‘sombra’ de un gran árbol luminoso. Con una coleta, inusual en Taylor Swift, la artista desapareció entre bambalinas para sorprender a todos con un vestido dorado de princesa, es decir, con una gran falda abombada de tul.
“Swift forma parte de un arsenal de instrumentos. Ella todavía tiene una voz aguda, pero en conjunto es mucho mejor de lo que suena a menudo en sus apariciones en televisión”, reza la crítica del diario ‘Orlando Sentinel’. “Su principal arma es, sin duda, la conexión emocional que establece con sus fans”, añade. Tanto el elenco de bailarines como “el colorido” del escenario han sido puntos positivos para el concierto que ha ofrecido la artista para los expertos que ejercieron de testigos.
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